El Gobierno decidió eximir a las transacciones de inmuebles
del Impuesto a los Créditos y Débitos en Cuenta Corriente, a partir del jueves
17 de mayo.
Mediante el Decreto
463/2018, publicado en el Boletín Oficial, se implementó esta decisión que
se toma “a los fines de incentivar que las operaciones inmobiliarias se
realicen por medios de pago bancarizados” para contribuir “a la disminución de
la manipulación del dinero en efectivo y sus riesgos asociados”.
De esta manera, se estableció que no se encontrarán
alcanzadas por el tributo aquellas gestiones que correspondan a cheques
cancelatorios o de pago financiero destinados a cancelar las transferencias de dominio a título oneroso
de inmuebles situados en el país, debidamente identificados.
La condición es que tanto el librador del cheque como el
titular de la cuenta del beneficiario del pago sean sujetos residentes en el
país.
También quedan exceptuados del impuesto al cheque los giros
y transferencias de fondos efectuados por cualquier medio si tienen como origen
o destino la transferencia de dominio a título oneroso de inmuebles situados en
el país, siempre que los fondos se debiten o acrediten en cuentas radicadas en
entidades financieras pertenecientes a sujetos residentes en el país.
La norma aclara que se entiende como “transferencia de
dominio a título oneroso de inmuebles” la
suscripción del boleto de compraventa o documento equivalente, que otorgue
posesión del inmueble y cualquier acto por el que se transmita su
titularidad.
