Desde el área de Servicios Sociales del CPCE se acerca a los
matriculados una serie de recomendaciones a tener en cuenta en la temporada de
verano.
Los ahogamientos son una de las principales causas de
muerte, en sectores de alto poder adquisitivo es la principal causa en niños de
1 a 4 años; también es un accidente frecuente entre los 15 y 24 años, en
especial en varones. Sucede más frecuentemente cuando hay acceso a pileta
particular, falta la supervisión de un adulto.
Mas del 95% de los ahogamientos pediátricos suceden en
piletas y/o ríos (los accidentes de este tipo en el mar son poco frecuentes).
Según investigaciones realizadas, en niños menores de 5 años
víctimas de ahogamiento, el 70% de los padres se encontraban en el hogar y solo
el 30% de los niños utilizaba traje de baño, lo que significa que el accidente
se produjo en una situación de juego no relacionada con la pileta; la mayoría
de las piletas no poseían rejas de seguridad.
En menores de 12 meses, el lugar más frecuente donde se
produce este tipo de accidentes es en la bañadera.
El tratamiento en el lugar del accidente es el que determina
el pronóstico del daño cerebral, la maniobra más importante en la resucitación
cardiopulmonar, y el traslado urgente a un centro de salud.
Para prevenir, tener en cuenta:
*En el hogar: los menores de 9 meses pueden bañarse en
bañadera portátil, apoyada en un lugar firme; después de esa edad, pueden
bañarse en la bañadera, con un aro de soporte y contención para que no pueda
flexionarse hacia delante los costados. Nunca se debe dejar al niño sin
supervisión de un adulto.
*En la pileta: no dejar recipientes con agua en el suelo,
los menores de 3 años pueden ahogarse en menos de 15 cm de profundidad; es
fundamental colocar una cerca alrededor de la pileta, sin barras horizontales
que puedan ser escaladas, con puerta y traba automática que sólo se pueda abrir
desde adentro; cuando el niño se encuentre en la pileta, debe estar supervisado
por un adulto que sepa nadar.
Los niños con antecedentes de convulsiones o desmayos no
deben nadar sin supervisión, sin importar su edad. Los más pequeños deben
utilizar salvavidas adecuados a su peso y tamaño (las “alitas” o “bracitos” son
muy inseguros). En la pileta, deben estar bien diferenciadas la zona profunda
de la de baja profundidad.
*Fuera del hogar: es importante enseñar al niño que debe
nadar sólo en lugares permitidos y bajo la supervisión de un adulto. Los adolescentes
no deben consumir alcohol si van a nadar. No utilizar botes o colchonetas
inflables en ríos o mar ya que pueden ser arrastrados por la corriente.
