Los economistas del Consejo Profesional
de Ciencias Económicas (CPCE) analizaron las nuevas metas fijadas por el
Gobierno en función del nuevo acuerdo que negocia con el Fondo Monetario
Internacional (FMI) y concluyeron en que los próximos meses se caracterizarán
por recesión, inflación, caída del salario real, tasas de interés reales
positivas y complicaciones para las Pymes e impacto en el empleo fue la síntesis
que realizó en base a los datos hoy.
El presidente del CPCE, José Simonella,
indicó el estimar lo que resta del año es un desafío pero “hay que hacerlo para
tener herramientas para toma de decisiones”. Insistió en que si Brasil no se
complica más de lo que está y con el desembolso del Fondo “debiera despejarse
el horizonte financiero”.
“Mucho depende del resultado de esta
gestión en el Fondo y de cómo impacte en las expectativas del mercado. Hay que
estabilizar el mercado cambiario para que puedan actuar sobre las medidas
financieras que aplican para frenar al dólar”, completó.
El valor del dólar hoy está al nivel de
Convertibilidad, recuperó el atraso cambiario, dio competitividad a las
exportaciones y quitó atractivo a las importaciones. No hay razones económicas
para que siga subiendo, explicó la economista Mary Acosta.
“Hay razones para ceda la presión sobre
el tipo de cambio –dijo Simonella-. El gran desafío es cómo se logra disminuir
el impacto en la economía real de las medidas; ese el punto sobre el que hay
que avanzar. Hoy no hay precios para que las empresas operen”.
Si bien se mantiene la meta de llegar
en el 2018 a un déficit total del 2,7%, para el 2019 se avanza en el objetivo
del déficit cero. El resultado financiero el año que viene se fijó en -3,7%; en
-2,3 en 2020 y -1,7% en 2021.
En lo que hace al gasto primario, se
cambia la composición por las nuevas metas. El Gobierno proyecta hacerlo con un
incremento nominal del 25% en el gasto primario (con prestaciones sociales,
salarios y transferencias a las universidades con un alza por encima), una baja
de subsidios y gastos de funcionamiento
y un achique de casi 30% en los gastos de capital.
Este año la caída del PIB sería del
2,4% y el año que viene crecería 0%; la inflación sería del 42% en el año en
curso y del 25% el próximo. En este contexto los ingresos crecerían 1,3% y el
gasto bajaría 1,4%; así se alcanzarían las metas.
Para mejorar los ingresos el nuevo
esquema de retenciones aportaría $68.000 millones este año y $280.000 millones
el que viene. La postergación por un año de la suba del mínimo no imponible de
las contribuciones de seguridad social supone una recaudación adicional para
2019 de $40.000 millones.
Según datos oficiales, las prestaciones
sociales implicarán un alza equivalente al 0,3% del PIB; ahorro en capital,
0,7%; ahorro en subsidios, 0,5%; en remuneraciones y gastos operativos, 0,2%;
en gastos corrientes, 0,2%. Los ingresos adicionales por retenciones sumarían
1,1% del PIB.
El gasto corriente sobre el PIB creció
un punto en el último año, mientras que las transferencias al sector privado
cayeron del 22% al 18% pero lo contrario sucede con los intereses de la deuda
que saltaron del 6% al 8% el año pasado.
Los economistas señalaron que los
actores económicos no reaccionaron positivamente a los anuncios, como lo
muestra el último relevamiento del Banco Central: inflación superior al 40%,
una tasa sin baja y un dólar a $50 a fin de año.
En las elecciones para renovación de
autoridades del Consejo Profesional de Ciencias Económicas (CPCE) se impuso la
lista 1 Integridad por el 73% de los votos frente a la lista 2, Solidaridad.
Participaron en los comicios unos 1400 matriculados.
De esta manera la matrícula ratificó
con su voto la confianza en la actual conducción del Consejo, encabezada por
José Simonella, quien seguirá frente a la entidad por cuatro años más.
