El CPCE espera una baja del consumo y estancamiento del empleo

Todavía no hay certezas de cómo la crisis se trasladará a la economía real.

La situación del empleo, obviamente, está íntimamente ligada
al nivel de actividad. El sector industrial, que comenzó a recuperarse en los
últimos meses de 2017, retornó a las bajas desde mayo y en el caso de la
construcción –motor de empleo- la tendencia es similar. Hasta ahora, el empleo
no perdió terreno, indicaron desde el Consejo Profesional de Ciencias
Económicos (CPCE)  pero la estimación
apunta a un estancamiento e, incluso, posibilidad de baja.

El presidente del CPCE, José Simonella, subrayó que la
Argentina de hoy es otro país respecto a la del primer trimestre. “Aun los más
pesimistas no esperaban una crisis de esta magnitud; la devaluación fue del
50%; los precios mayoristas subieron 30% en un semestre. Las tasas llegaron al
60%; los bancos promocionaban créditos al 70%”.

“Cuando se está en el medio de la tormenta, no sabemos cómo
termina –agregó-. Hoy sólo sabemos que se tranquilizó el tipo de cambio. No hay
certeza de cómo pasará la crisis a la economía real; habrá menos nivel de
actividad, sí, pero nadie sabe cuánto”.

En ese contexto, el Índice de Demanda Laboral que elabora el
CPCE  es “levemente descendente” en los
últimos meses acompañando la tendencia del Estimador Industrial Mensual (EMI).

Respecto de la evolución del trabajo registrado, mientras
que el empleo público (66% del global) no dejó de evolucionar desde enero de
2015, el privado disminuye desde fines de ese año, alcanzando su punto más bajo
en el tercer trimestre de 2015. Desde ese momento hubo una mejora de los datos,
pero para este año, el CPCE espera un “freno y disminución”.

El análisis del Consejo incluye un apartado sobre empleo y
género que apunta que las mujeres tienen mayor participación en la
subocupación. En el caso de monotribustistas y trabajadores en casas
particulares tuvieron su pico en octubre del 2014 y, en cambio, los autónomos
tuvieron un alza en ese período. Recién en los últimos seis meses hubo una
reducción de 1,6%.

Hasta 2015, el empleo estuvo impulsado básicamente por
minería y petróleo junto con servicios; el año pasado fue liderado por
Construcción (11,3%), tendencia que se mantuvo en el primer semestre de este
año pero a menos velocidad (8,3%). Construcción, si bien tiene salarios
cercanos al promedio de los de la actividad privada, su nivel de informalidad
es alto.

Sobre la relación entre poder de compra e inflación, la
economista Mary Acosta insistió en que la inflación mayorista acumulada es el
doble de la minorista por lo que la expectativa de un freno a la evolución de
precios es la retracción del consumo. En la ciudad de Córdoba, los productos de
almacén subieron en junio 59,2% según el relevamiento del CPCE. Los rubros que
más variaron en los últimos tres meses fueron almacén, carnes y pescados,
panadería y lácteos.

En una comparación entre las variaciones de tipo de cambio y
las canastas de Córdoba y Ciudad de Buenos Aires: en los períodos en que el
dólar sube mucho, los precios no lo siguen de manera completa, pero después
recuperan terreno.

Hay una pérdida de salario real en 2016; una recuperación el
año pasado y volatilidad en el actual. “Aun con reapertura de paritarias es de
esperar que haya una caída este año”, describió Acosta. En esa línea, la
proyección es que los niveles de consumo –que se recuperaron a inicio de año-
empiecen a bajar lo que repercutirá en el nivel de actividad y, por ende, en el
empleo.

Hacia adelante, la posibilidad de freno de la obra pública
impactaría en la creación de puestos de trabajo. La construcción es, hasta
ahora, el mayor impulsor de empleo. Industria todavía no había recuperado y en
las actuales condiciones macro tiene menos chances de hacerlo en un marco de
recesión.

 

 

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